Este año cumplo 77 años y soy de los que tuvieron que ir a Urgencias, concretamente en el hospital de Granollers, la tarde del 6 enero, en plenos Reyes, y el día 7.
Tras una noche en un incómodo Box, destinado a revisiones más rápidas, compartido con una pulmonía y con mi mujer intentando dormir en una incómoda silla en medio de toses; tengo que decir, que no pasé más días ingresado, ocupando una cama imprescindible, debido a que se ha tenido que recurrir, cuando ha sido posible como en mi caso, a los ingresos domiciliarios; que consisten en que un doctor/a y un enfermero/a te visitan en tu domicilio y te hacen un seguimiento en tu casa provistos del material necesario.
Así se consiguen más camas en urgencias y en el Hospital. No parece importar, que estos profesionales asuman más riesgos; porque no es lo mismo atender a enfermos en los servicios de Urgencias, con todo el material disponible, que hacerlo en el domicilio del enfermo en donde puede faltar.
Como mínimo, en Urgencias están desbordados. Como muestra, lo que viví en primera persona: Gente en camillas improvisadas o en sillas esperando turno, profesionales sin perder el aplomo yendo de un sitio para otro a fin de comprobar el estado de los enfermos, personalmente vi a una joven enfermera, casi una niña, con los ojos empañados por alguna razón desconocida. Posiblemente algo hizo mal. Era un momento para reflexionar sobre su vocación y las condiciones de trabajo en que se veía obligada a desarrollarla. Nunca se lo habían explicado así en la carrera.
Parecía también que faltaban tubos de análisis en urgencias y en el laboratorio tampoco había. ¿Dónde estaban? ¿Por qué ocurría esto?
Es fácil jugar con la vida propia, contando con todos los medios; como ocurre en los Circuitos de Velocidad. Resulta mucho más difícil jugar con la vida de otras personas cuando se niegan los recursos necesarios y se deja todo en manos de la pericia y buena voluntad de un personal sanitario harto de reclamar cosas y situaciones que se ven venir, pero a las que nunca hay dinero para poner remedio.
Viene esto a cuento porque muy cerca del Hospital General de Granollers está el Circuit de Barcelona–Catalunya al que la Generalitat dedica mucho dinero, pagando royalties y asumiendo pérdidas después de destinar generosas subvenciones para el mantenimiento de la instalación.
Mientras a los hospitales de Catalunya se les recortan los recursos llegando al punto que hemos llegado.
Sirvan como ejemplo, los presupuestos para el Circuit del año 2023 https://foracircuit.files.wordpress.com/2023/03/economia-circuit-2022-y-2023.xlsx
Entre subvenciones (Generalitat, Diputació, Ajuntament de Barcelona) y, aparentemente, otras subvenciones encubiertas, podemos constatar que este año está previsto que se tiren, en el Circuit de Catalunya, un total de 22.580.446,21 Euros para obtener unas pérdidas de -2.375.089,06 Euros en la contabilidad contable, que se alargan hasta -11.131.828,75 Euros, en la contabilidad financiera.
¿Cuánto se han gastado desde 1991, cuando se inauguró el Circuit, contando con lo que costó construirlo? ¿1000 Millones de Euros de Dinero Público?, ¿2000? ¿Más? Posiblemente no lo sepamos nunca, ya que hay muchas maneras de disimular las cifras. En este mismo blog hemos pregonado varias veces nuestra impotencia.
En todo caso se trata de mucho dinero público que suele ir a parar, en Cánones y Royalties, a los organizadores de las competiciones, a “mejoras” varias (Con el silencio del que gozamos ahora) y a satisfacer a unos aficionados que hoy vienen y mañana no. Lo que no falta casi nunca es RUIDO. Ruido que se ha adueñado de un ambiente natural que desde 1991 ha cambiado. Siendo perceptible por la gente que está enferma y hasta por quienes fallecen, que se van en medio del correspondiente estruendo.
La Sanidad, entre otros aspectos sociales, pasa penurias; pero nunca falta el político dispuesto a hacerse unas bonitas fotos junto a bólidos o motocicletas, antes que dedicar los fondos públicos que gestiona a algo tan necesario como la Sanidad Pública. ¡Por lo visto los enfermos no quedan bien en la foto y si además tienen la desgracia de fallecer, ya ni te cuento!
El caso de Roger Torrent, Conseller d’ Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya y, a la vez, President del Circuit de Barcelona-Catalunya, resulta paradigmático al respecto. ¡O quizás su contrario…!
Estamos ignorando aspectos básicos de nuestra salud, con continuos recortes, mientras se tira el Dinero Público en otros menesteres no tan necesarios.
Se ha convertido en “normal” que las camas disponibles en los Hospitales de Catalunya no sean suficientes y haya que pasar la noche o los días en un box o incluso en el pasillo. Vemos estos panoramas dantescos mientras el dinero necesario se funde en carburante.
Y lo malo es que eso no ocurre solo en Catalunya. En España hay 4 carreras de Moto GP (Cheste, Motorland, Jerez y Montmeló), mientras Madrid quiere ahora asomarse a la Fórmula Uno. Es impagable la foto de la señora Ayuso con un traje de piloto que nunca va a usarse para lo que sirve. Pero la foto queda muy bien.
La competencia entre Madrid y el circuito de Montmeló, solo servirá para que los organizadores, Liberty Media, “aprieten” y ganen más dinero.
Entre tanto la Sanidad agoniza y quienes se dedican a ella tienen que hacer esfuerzo tras esfuerzo para alcanzar resultados dignos. Pero cuando algo falla, todos lo pagamos.
¿Y quién es el culpable y se hace responsable?
No es extraño que los sanitarios estén al borde del colapso, diariamente se les exige más y más sin que haya una compensación adecuada. Esta no es forma de hacer un trabajo y menos uno de tanta responsabilidad. No es extraño que la emigración sea una de las soluciones que encuentran muchos profesionales. Mientras aquí seguimos gastando y gastando en los circuitos de velocidad.
¿Hasta cuándo?
TANQUEM EL CIRCUIT DE CATALUNYA 